No juzgar ninguna de mis demencias, que no le incomode lo sincero que puedo llegar a ser, que me diga las cosas de frente sin importar que sea doloroso, mas que no juzgue mis decisiones de forma fea, sino que me aconseje de forma sabia. Poder reírnos juntos de cualquier estupidez, tener confianza mutua, respeto, ser cuestionables juntos y no divulgar los secretos ajenos o aprovecharse de conocer mis debilidades en momentos tensos.